La transcreación o la traducción creativa es el proceso creativo para adaptar el mensaje de un idioma a otro. Consiste en traducir el contenido del idioma y cultura de origen al idioma y cultura de destino.
La importancia del contexto
En la transcreación, la lengua y la traducción están muy ligadas a la cultura y al contexto. Aunque el mensaje mantiene el propósito y el tono de origen, se presta especial atención a la emoción que genera. Para que la influencia y las sensaciones del mensaje o texto original sean iguales para quien lo recibe.
De todos modos, la transcreación ofrece nuevos mensajes y propuestas, manteniendo el concepto y la naturalidad original. Se respeta siempre el sentido e identidad del eslogan o texto inicial. Pero no es una traducción literaria, sino el trabajo de adaptar al nuevo entorno. El mensaje que se quiere transmitir no cambia, el texto se amolda según la cultura receptora para conseguir el mismo impacto emocional en ese contexto.
El contexto es el conjunto de circunstancias que determinan un entorno, así, engloba el entorno físico y la situación cultural. La cultura es la composición del estilo de vida, costumbres y creencias de un grupo social y este grupo se establece en un lugar físico.
De la misma manera, la cultura se sitúa en un contexto lingüístico. Y el contexto lingüístico condiciona el sentido de una cierta palabra, expresión o enunciado. Por lo cual, es necesario conocer el contexto para poder hacer la transcreación.
Más allá de traducir
La característica principal de la transcreación son los numerosos cambios, modulaciones y opciones que hay en el proceso. Para traducir ideas y conceptos se deben tener en cuenta las reacciones y sentimientos. Por consiguiente, es la fusión de traducción y trabajo creativo.