El decálogo de la redacción
Concreta el mensaje.
Un texto tiene una función comunicativa y como fin transmitir un mensaje al emisor. El primer paso es establecer qué es lo que se quiere expresar y en qué formato. Tener las ideas claras facilita el trabajo de redactar. Para ello, sirve de ayuda crear un esquema antes de redactar el texto y tener preparadas algunas palabras clave relacionadas con el tema.
Piensa en quien lo va a leer.
Se debe de tener en cuenta que tipo de texto es y a quién está dirigido. Porque el uso del lenguaje puede variar según qué gente va a leer el texto. Es básico adaptarse al contexto para que el público lo entienda.
Estructura el texto.
Para que el texto sea fácil de leer separa las ideas en párrafos y procura redactar frases cortas. El adecuado uso de la puntuación es importante para mantener el significado. Así como apoderarte de diferentes conectores para enriquecer la redacción.
Cuida la escritura.
Evita los fallos ortográficos. El mejor aliado del escritor es el diccionario, sirve para consultar cualquier duda en caso de tener dudas. Recomendación, revisa y corrige el texto el siguiente día de escribirlo. O pídele a tu correctora o corrector de confianza que lo repase.
Usa un lenguaje sincero.
Maneja un lenguaje claro. La manera de escribir y expresarse debe de ser transparente, para ofrecer cercanía. Comunicar es un trabajo con gran responsabilidad y provoca un impacto en las personas, así pues, escribe con sinceridad.
Emplea recursos para enriquecer el idioma.
No se escribe como hablamos. Las reglas del idioma se deben respetar y estructurar de forma adecuada las oraciones. Servirse de maneras diferentes de expresar un argumento o idea va a favorecer al texto. Para ello, trabaja con diferentes sinónimos y locuciones.
Mantén la coherencia.
La redacción tiene que tener sentido. Cada palabra y frase que se escribe tiene que concordar con el mensaje que se quiere transmitir. El objetivo es que quien lea el texto lo entienda. Por eso, es fundamental que la estructura mantenga una unión.
Ofrece contenido veraz.
La información que se ofrece tiene que ser creíble. Si se usan datos, se tienen que comprobar. La autenticidad y originalidad proporcionan confianza. Si hay algo que te genera dudas, mejor no lo escribas.
Hazlo interesante.
La redactora o el redactor elabora un texto para que sea leído. Entonces, ten en cuenta que el contenido además de que aporte información también sea entretenida. Aporta algo novedoso.
Disfrútalo.
Escribir es una tarea creativa. Es un momento de estar a solas y concentrarte. ¡Pon a prueba tu originalidad!