Cuando la gente me conoce siempre me dice que soy muy sonriente. Creo que esa es una de las primeras cosas que transmito: confianza y tranquilidad. Además, soy muy friki. Ponme un libro, disco o serie delante y yo feliz. Me apunto a cualquier plan que se pueda hacer en casa o en un sitio tranquilo, la fiesta no es lo mío.
Se me da muy bien escuchar y dar consejos, aunque quizás debería plantearme aplicar mis propios consejos de vez en cuando. Si alguna vez necesitas a alguien que te defienda en una discusión, llámame, que improviso muy bien, no me corto nunca y tampoco pierdo la paciencia.
Llevo estudiando música desde que era una renacuaja. Empecé tocando el piano y el acordeón, que era casi más grande que yo. Ahora he adoptado en mi casa dos guitarras y dos ukeleles. Podría montar una orquesta yo solita.
Dos de mis cosas favoritas del mundo son mis gatos. Bueno, salvo cuando hacen carreras por el pasillo a las 4 de la madrugada, o cuando vienen a morderme los pies, o cuando abren el armario para dormir encima de la ropa y dejarlo todo lleno de pelos.